Hace poco me encontré en Inc, esta historia que quiero compartir con vosotros. La historia es presentada en un artículo de Mandy Antoniacci. Ella la extrae del libro On the Edge de Alison Levine, quien comparte lo que aprendió al escalar el Everest.
Esta es una de sus historias:
"Aclimatarse al fino aire del Everest es un proceso largo, vejatorio pero necesario si quieres tener una oportunidad de alcanzar la cima en sus 29.035 pies. Si alguien, de manera mágica, pudiera llevarte en un avión y depositarte en la cima, morirías a los pocos minutos debido al repentino cambio de altitud.
En cambio, uno, típicamente escala de Campamento Base a Campamento 1 para luego volver sobre tus pasos, al Campamento Base. Luego escalas a Campamento 2 y regresas a Campamento Base. Luego a Campamento 3 y de nuevo, todo el recorrido a Campamento Base en un ciclo continuo de ganar alturas y dar marcha atrás para descansar."
Levine luego nos dice:
"Por no sé por cual razón, uno piensa que progreso es avanzar en una dirección, No mires el volver sobre tus pasos como perder terreno. Lo que tienes que pensar es que al dar marcha atrás realmente estás progresando. Dar marcha atrás no es lo mismo que retroceder."
Me encantó la historia y en ella encuentro una manera gráfica de imaginar los fracasos, las cosas que no salen como esperas, los miedos y muy particularmente para mi como educador, el aprendizaje. Ni el aprendizaje, ni la vida son lineales. Muchas vece tendrás que ir atrás para ganar el impulso, el coraje, el conocimiento, las fuerzas o lo que necesitas para llegar más lejos. No lo olvides,
Qué te sea útil,
William
Pd: Puedes encontrar más inspiración en mi libro Más Vale Encender una Luz.
Historia tomada de: 3 Critical Lessons From Climbing Mount Everest That Are Re-Defining Leadership
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Muchas gracias
GRACIAS