Recientemente leí esta publicación del Dr. Marshall Goldsmith sobre la distinción entre responder y reaccionar que se basa en el cuento Budista que traduzco a continuación:
Un joven campesino remaba vigorosamente río arriba. El sudor le cubría casi completamente mientras remaba su bote a contracorriente para entregar sus productos en un pueblo cercano. Era un día caluroso y el quería entregar sus productos y regresar a casa antes del anochecer. Al mirar hacia adelante, el divisó otro bote que se acercaba, bajando el río rápidamente hacia su bote.Él remó furiosamente para salir del camino del otro bote que se acercaba, pero nada parecía ayudar.
Él gritó, "¡Cambia de dirección, Me vas a chocar!". De todas maneras, el bote vino directamente hacia él y golpeó violentamente el bote produciendo un ruido seco. El joven campesino gritó, "¡Idiota!, ¿cómo has podido arreglártelas para chocarme en la mitad un río tan ancho?"
Cuando echó un vistazo al bote, buscando al responsable del accidente, se dio cuenta que no había nadie. Había estado gritando a un bote vacío que simplemente se había soltado del muelle y que flotaba libremente con la corriente.
¿Qué hubiera sucedido si desde el principio él hubiese sabido que no había nadie a quien culpar?, que eran sólo un conjunto de circunstancias desafortunadas. Probablemente lo hubiera tomado con más calma de saber que lo que venía era un bote vacío.
Tal como dice Goldsmith, el reto para nosotros es "reconocer que en realidad nunca hay nadie en el otro bote. El otro bote en realidad no está dirigido contra nosotros, ni siquiera aquellas personas que crean las notas amargas en la melodía de nuestro día".
Depende de nosotros el qué hacer a los botes vacíos en nuestras vidas. Podemos chillar y gritar o podemos tratar de evitar el golpe lo mejor que podamos. Siempre son botes vacíos.
Como la historia del bote que nos golpea nunca acaba, ni en el pasado ni en el futuro, podemos pasarnos todo el día rumiando en nuestras mentes sobre el golpe que nos dio o el que nos va a dar, o podemos pasar la página y dedicarnos a hacer ahora lo que creemos nos va a llevar en la dirección de lo que queremos lograr. Recuerda que únicamente "ahora" es cuando puedes actuar y hacer. No ayer ni mañana, ¡Ahora!.
La historia completa la pueden leer, en inglés, en LinkedIn.
Ya se acerca el 2017 y quiero desear para todos unas muy felices pascuas y venturoso año nuevo. También, parafraseando a Neil Graham, "Que el año nuevo esté lleno de magia, sueños y algo de locura. Espero que leas un buen libro y que beses a alguien que crea que eres maravilloso. Espero que el año que viene, en algún momento, te sorprendas a ti mismo".
Tal como dice Goldsmith, el reto para nosotros es "reconocer que en realidad nunca hay nadie en el otro bote. El otro bote en realidad no está dirigido contra nosotros, ni siquiera aquellas personas que crean las notas amargas en la melodía de nuestro día".
Depende de nosotros el qué hacer a los botes vacíos en nuestras vidas. Podemos chillar y gritar o podemos tratar de evitar el golpe lo mejor que podamos. Siempre son botes vacíos.
Como la historia del bote que nos golpea nunca acaba, ni en el pasado ni en el futuro, podemos pasarnos todo el día rumiando en nuestras mentes sobre el golpe que nos dio o el que nos va a dar, o podemos pasar la página y dedicarnos a hacer ahora lo que creemos nos va a llevar en la dirección de lo que queremos lograr. Recuerda que únicamente "ahora" es cuando puedes actuar y hacer. No ayer ni mañana, ¡Ahora!.
La historia completa la pueden leer, en inglés, en LinkedIn.
Ya se acerca el 2017 y quiero desear para todos unas muy felices pascuas y venturoso año nuevo. También, parafraseando a Neil Graham, "Que el año nuevo esté lleno de magia, sueños y algo de locura. Espero que leas un buen libro y que beses a alguien que crea que eres maravilloso. Espero que el año que viene, en algún momento, te sorprendas a ti mismo".
¡Feliz 2017!
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